miércoles, 27 de noviembre de 2013

Sweezy


El libro de un economista norteamericano - Sweezy „Teoria del desarrollo capitalista”
Los cuatro primeros capitulos
Sweezy presenta la economía política como el instrumento que estudia las relaciones sociales de la producción y distribución y critica el sistema económico actual porque, como dice,  no se ajusta al contexto social.

En su trabajo destaca varios problemas acerca del valor cualitativo y cuantitativo. Las mercancías son simples “valores” y poseen un doble aspecto: valor de uso, tambien llamado utilidad, un prerrequisito del consumo, que podemos considerar una relacion entre el consumidor y el objeto consumido (pero por no crear una relación social Marx lo excluye de la investigación de economía política); y valor de cambio -  forma exterior de la relación social entre propietarios de mercancías o entre los productores mismos que es una relación cuantitativa. 

Como valor, una mercancía es un rasgo de una forma histórica específica de una sociedad que se distingue por dos características principales: la división del trabajo desarrollada y la producción privada. Es esta afirmación la que llevó a Marx a identificar el trabajo como la sustancia del valor.

Lo que se refiere al valor cuantitativo se lo presenta en función del tiempo necesario de producción de una mercancía. Si el tiempo es similar entre dos mercancías, el cambio será lo equivalente a una por la otra, esto es, el mismo valor. El tiempo de producción se mide con unas condiciones normales de intensidad y habilidad del trabajador. El trabajo más cualificado es aquel que se presupone reportara mayor valor, y existen dos vías de trabajador cualificado: entrenamiento y habilidad natural.

En el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro grupo realiza el trabajo. En la producción simple de mercancías, el productor vende su producto a fin de comprar otros productos y así satisfacer sus necesidades. Bajo el capitalismo se busca hacer más dinero. Es decir, el capitalismo sólo tiene que desembolsar dinero a cambio de fuerza de trabajo y medios de producción a fin de adquirir más dinero del que tenia al principio. La diferencia entre el dinero previo y el conseguido se denomina según Marx: plusvalía. Se deduce que la fuente de trabajo es la fuente de la plusvalía.

Cualquier valor producido en el capitalismo se puede encontrar en: capital constante, capital variable según la fuerza de trabajo y plusvalía que se puede esparcir por la extensión de jornada laboral (plusvalía absoluta), mayor productividad (plusvalía relativa) y cantidad de mercancías que entran en salario real (plusvalía relativa).

martes, 26 de noviembre de 2013

El siglo XX. Siglo de contrastes.

Ayer vi una pelicula que se llamaba “El siglo XX, siglo de contrastes”. Lo que más asociamos con el siglo anterior es el rápido desarrollo de la tecnología. Los cientifcos inventaron e introdujeron una gran cantidad de comodidades que nos ayudan en la vida cotidiana. Por ejemplo, el coche: la maquina, sin la cual la mayoría de nosotros no puede imaginarse la vida que proyectó en 1914 Henry Ford. Otros objetos de igual importancia son: la televisión, el ordenador, la nave espacial, el internet, y muchos mas dispositivos modernos.

El siglo XX fue abundante de acontecimientos de mucha significación: la primera y segunda guerra mundal,  la reunión de Versalles de 1919, las revoluciones en Rusia, cesión del derecho politico a las mujeres, lanzamiento de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki (1945), Yuri Gagarin - el primer hombre en el espacio (1961), la llegada del hombre a la Luna (1969), la caída del Muro de Berlín (1989), el desarrollo del feminismo...


Podemos concluir que cada ápice de progreso y cada porción de avance científico ha costado empobrecimiento, marginación y sangre; cada porción de libertad y de civilización ha estado ensombrecida por la barbarie y el genocidio. Este siglo  puso en situaciones límite a la libertad, sobre todo por la implantación en diversas regiones geográficas de regímenes totalitarios: fascismo en Italia y nacionalsocialismo en Alemania, el comunismo en la Unión Soviética.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Sin noticias de Gurb

Es un libro de ciencia ficcion en forma del diario de un  escritor catalan Eduardo Mendoza que se titula "Sin noicias de Gurb". El argumento se desarrolla en Barcelona preolimpica. El autor realiza una crítica sobre la actualidad utilizado el punto de  vista de un extraterrestre para poner en evidencia todos los aspectos con algún detalle de absurdo que encuentra  en la humanidad. 

Esta historia trata de dos alienígenas que llegan a la Tierra en misión espacial. Nuestro protagonista al perder el contacto con su compañero, sale en su busca, ignorante de todo lo que le rodea. Poco a poco se va acostumbrando, aprendiendo a vivir sólo. Va cambiando de apariencia física, puesto que no tiene una propia.  Adopta el cuerpo: del conde-duque de Olivares,  de José Ortega y Gasset, de don Miguel de Unamuno, de Viriato, de Giorgio Armani, de Eisenhower, de Mahatma Gandhi...

Eduardo Mendoza afirma de esta obra que "Sin noticias de Gurb es, sin duda, el libro más excéntrico de cuantos he escrito. No hay en él una sola sombra de melancolía. Es una mirada sobre el mundo asombrada, un punto desamparada, pero sin asomo de tragedia ni de censura." Este humor es el reflejo de la tristeza, es una visón desencantada y escéptica del mundo. Es una despiadada crítica social, política, económica y cultural: la hipocresía, la sociedad consumista, la fijación con el dinero, la desigualdad de los barrios, el empobrecimiento cultural del pais, reflejado en el cierre de museos por las obras, el gentío de las calles barcelonesas y el constante ruido que produce, las obras y zanjas, la contaminación del aire y del agua, el vecindario agresivo, el tiempo que se pierde dentro de un coche retenido horas y horas por la densidad del tráfico.


„Sin noticias de Gurb”, es un libro que recomiendo a todo el mundo. Es fácil de leer por su lenguaje coloquial. con sentido del humor, estilo fresco y natural.



jueves, 14 de noviembre de 2013

Las bicicletas son para el verano

La pelicula empieza con la escena cuando Luisito y su amigo Pablo hablan de cine y novelas bélicas. La conversación les lleva a jugar a la guerra. Es solo un divertimento inocente de dos niños. Ambos están convencidos de que en España no puede desatarse una guerra. En el verano de 1936 estalla la Guerra Civil.

En la ciudad de Madrid, la familia formada por don Luis, su esposa Dolores y sus hijos comparten la cotidianidad de la guerra con la criada y los vecinos de la finca. Luisito, a pesar de haber sido suspendido una signatura, quiere que su padre le compre una bicicleta. Pero la situación va a obligar a postergar la compra. Y el retraso, como la propia guerra, durará mucho más de lo esperado. Al final de esta historia, cuando por fin termina la guerra y llega la ansiada paz, el padre le dice con amargor a su hijo que no es la paz lo que ha venido, sino la victoria. Y exclama una frase que se nos queda grabada en la cabeza y el corazón: "Sabe Dios cuándo habrá otro verano".
En esta obra podemos ver los conflictos más relevantes que sucedían dentro del país, las distintas ideologías, la mala condición de vida la preocupación y tristeza que vivían las familias en la Guerra Civil y la esperanza de que acabara pronto. El autor quiere reflejar la miseria y la pobreza que tienen que soportar las familias a causa de la guerra. No tan solo la pobreza física, es decir, menos comida, muebles y recursos económicos, sino también la pobreza emocional, ya que a los personajes les afecta mucho anímicamente lo que sucede en este periodo histórico.


Las Bicicletas son para el verano es una recomendable película que nos habla de un verano que nunca tuvo que haber llegado.
El símbolo de la bicicleta en la obra representa la libertad y la alegría, de ser uno mismo. Es como volver a ser un niño inocente que lo único que quiere es jugar y ser feliz sin tener ninguna obligación.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

El presidente de Freixenet: „Se debe evitar en la Universidad la gente que no estudia”


Durante su intervención en el citado encuentro informativo, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, Bonet reiteró que este «magma» de gente lo único que hace es desperdiciar recursos universitarios, que calificó de «considerables».

Y estoy totalmente de acuerdo. Primer ejemplo de los beneficios que aportan los estudios es un trabajo bien remunerado. Si no lo hay en el país, por hache o por be aumentara nuestra competividad en el mercado laboral en el extranjero. Con un estudio finito en una dirección puede ser más fácil encontrar su trabajo ideal.  Del nivel de conocimientos que poseemos depende  nuestra carrera, el éxito profesional y la posición social. Otro argumento importante puede ser que el conocimiento nos hace la vida más fácil. El aprendizaje de lenguas extranjeras nos ayuda, facilita la comunicacion en el extranjero. Por otra parte, los grandes inventos que cambiaron nuestra vida surgieron gracias sólo al perfeccionamiento constante del hombre. Las personas con alto nivel de conocimiento son más respetadas por la sociedad. Son las autoridades para otros seres humanos en diversos campos. Se les pide que presenten sus opiniones o den consejos. El aprendizaje hace que el trabajo es sistemático, sabemos alternar con otras personas. El estudio desarrolla nuestra mente, nos hace mejores, amplia la visión al mundo, a las personas, aumenta nuestra sensibilidad a sus problemas.
En época de crisis, cuando hay muchos despidos por situaciones económicas fraudulentas es bueno tener el título de la universidad porque tendremos más opciones de que nos elijan para un nuevo trabajo, ya que llaman a alguien que sabe, y el título es algo representativo.  Tambien los estudiantes pueden utilizar formas muy interesantes de generar capital adicional. Esto se refiere a las becas y préstamos estudiantiles, que están diseñados para amenizar la vida de un estudiante, mejorar las condiciones y motivar para estudiar con mayor eficacia.

Pero todavia estudiar en la universidad es un motivo de discusión. Hay mucha gente que no quiere estudiar porque dice que va a perder mucho tiempo en la misma, o que no es necesario porque es posible ganar mucha plata sin ir a la universidad, pero la verdad es que esto es mirar a corto plazo y no a largo plazo.

Hay que reordar que estudiar es una inversión. No un gasto. Una inversión...